domingo, 1 de abril de 2012

El sacrificio de los padres, también en el reino animal.

Mucha gente piensa que en el reino animal, los padres no tienen una importancia fundamental en la cría. Es decir, el macho busca a la hembra, copulan, tienen la descendencia, y luego las crías al poco tiempo se buscan la vida. Realmente esto se da en algunas especies animales, con más o menos sacrificio por parte de los padres. A pesar de ello, también se sabe que lo que prima en el reino animal, es la supervivencia de la especie, y para ello mantener la descendencia a salvo. Hoy vengo a hablaros sobre este tema, del gran cuidado que llega a tener un padre o una madre sobre sus crías, con un par de ejemplos que me llaman mucho la atención.

Para empezar, hablaré de los pulpos. En general, los machos fecundan a la hembra mediante su tercer brazo (que realmente es un órgano copulador), introduciéndolo en la cloaca de la hembra, e inyectando en él el esperma. Una vez hecho esto, el macho deja de tener importancia en el cuidado parental de la descendencia. La hembra deposita una enorme cantidad de huevos (unos 150.000) colgados en racimos en alguna cueva y permanece en dicha cueva hasta que eclosionan, aproximadamente un mes, exclusivamente oxigenando la cueva y protegiéndola de depredadores. Pero el verdadero y triste sacrificio de la madre, es que nada más eclosionar los huevos, la madre sale de la cueva al fin, y a los pocos minutos muere. La hembra de los pulpos protege a su progenie sacrificando su propia vida para sacarlos adelante. 

(hileras de huevos del pulpo en una cueva)

El segundo caso que me gustaría mencionar es el de los pingüinos emperadores. En ellos, a diferencia de los pulpos, los que realmente sacan adelante a la cría son los machos. Cada hembra pone un único huevo, y al ponerlo se lo pasa al macho, cuidadosamente de que no toque el hielo ya que podría suponer la muerte de la cría. Después de ésto, la hembra se va al mar y es el macho quien se encarga de cuidar el huevo hasta que nace. Esto no es fácil, ya que para ello han de estar parados un par de meses, soportando vientos fríos de más de 150km/h sin comer nada. Para ello los machos forman  grupos, grandes masas compactas para darse calor unos a otros. Además cuando la cría nace y la hembra aún no ha llegado, el macho ha de darle de comer mediante una sustancia lechosa que produce, que puede provocar una pérdida del 40% de la masa corporal de éste, ya que no come, y solo puedo ingerir hielo para evitar la deshidratación.

A los dos meses la hembra vuelve, y el macho va al mar a alimentarse y recuperarse para volver luego a las pocas semanas a cuidar de la cría junto con la madre. La cría depende totalmente de este cuidado parental, si no se lleva a cabo alguna de las pautas descritas anteriormente, la cría morirá de seguro.





















Y este cuidado parental exagerado se da en muchos más animales, ¿Tienen sentimientos?..¿Solo por el puro interés de la especie?...¿Qué seríamos sin padres?




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